Si bien, la ley no exige un aviso previo específico al empleador, renunciar sin dar aviso previo puede generar una percepción negativa y dañar la imagen profesional del empleado. La falta de preaviso puede ser interpretada como una falta de responsabilidad y compromiso hacia la empresa y compañeros de trabajo. Esta mala imagen puede dificultar futuras oportunidades de empleo, ya que algunos reclutadores aún suelen pedir recomendaciones de empleadores previos.
Además, para evitar problemas legales, Massud recomienda que la renuncia se haga por escrito para dejar constancia de la voluntad del trabajador de poner fin a la relación laboral.
El escrito de renuncia puede ser presentado directamente al empleador, al jefe directo, al representante legal o al departamento de recursos humanos de la empresa. De esta manera, se evita cualquier contingencia legal y se establece un registro adecuado de la terminación laboral.
Si renuncias sin preaviso, al menos entrega tu renuncia por escrito
Óscar de la Vega Castillo, socio fundador de la firma D&MAbogados, señala que cuando un trabajador renuncia, tiene derecho a recibir un finiquito que incluye el pago proporcional de las vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y cualquier otra prestación extralegal a la que tenía derecho. Es responsabilidad de la empresa liquidar este finiquito lo más pronto posible para evitar problemas legales.
Para el trabajador, explica, la repercusión principal es la pérdida del empleo y la recepción de un pago único correspondiente al finiquito. Por otro lado, para la empresa implica la pérdida de mano de obra y la necesidad de buscar un nuevo personal que cubra las funciones del trabajador que se va.
“Una renuncia es una declaración unilateral de voluntad por parte del trabajador para terminar la relación laboral con el empleador. En caso de un juicio laboral, se evalúa la renuncia junto con el resto de las pruebas y argumentos presentados para determinar su validez”, refiere.
Entonces, aunque no existe una regla específica sobre el plazo mínimo para notificar una renuncia, es recomendable hacerlo por escrito para evitar problemas legales y asegurar el cumplimiento de las prestaciones correspondientes. Tanto el trabajador como la empresa deben estar conscientes de las implicaciones que conlleva esta situación y actuar de manera adecuada para proteger sus derechos y evitar conflictos innecesarios.
¿Qué repercusiones legales trae no entregar la renuncia por escrito?
En el caso de que el trabajador no firme la renuncia y no se formalice adecuadamente la terminación laboral, Massud menciona tres afectaciones principales:
Falta de pago de las prestaciones de ley: Si el trabajador no formaliza la terminación laboral, la empresa puede no cumplir con el pago de las prestaciones de ley.
Recurso a instancias laborales: En este escenario, es responsabilidad del trabajador acudir a las instancias laborales para solicitar el pago de las prestaciones que le corresponden en concepto de finiquito.
Riesgo para la empresa: La falta de manifestación de voluntad por parte del trabajador representa un riesgo para la empresa, ya que puede dar lugar a demandas por parte del trabajador, reclamando el pago de indemnizaciones o la reinstalación en el empleo.
Más allá de evitar repercusiones legales, renunciar en tiempo y forma es una manera de dejar «las puertas abiertas», lo cual puede tener beneficios significativos a largo plazo. Mantener un vínculo positivo con antiguos colegas y empleadores puede abrir puertas a nuevas oportunidades laborales, como referencias para futuros empleos o incluso la posibilidad de regresar a la empresa en un momento posterior.
Si bien, la ley no exige un aviso previo específico al empleador, renunciar sin dar aviso previo puede generar una percepción negativa y dañar la imagen profesional del empleado. La falta de preaviso puede ser interpretada como una falta de responsabilidad y compromiso hacia la empresa y compañeros de trabajo. Esta mala imagen puede dificultar futuras oportunidades de empleo, ya que algunos reclutadores aún suelen pedir recomendaciones de empleadores previos.
Además, para evitar problemas legales, Massud recomienda que la renuncia se haga por escrito para dejar constancia de la voluntad del trabajador de poner fin a la relación laboral.
El escrito de renuncia puede ser presentado directamente al empleador, al jefe directo, al representante legal o al departamento de recursos humanos de la empresa. De esta manera, se evita cualquier contingencia legal y se establece un registro adecuado de la terminación laboral.
Si renuncias sin preaviso, al menos entrega tu renuncia por escrito
Óscar de la Vega Castillo, socio fundador de la firma D&MAbogados, señala que cuando un trabajador renuncia, tiene derecho a recibir un finiquito que incluye el pago proporcional de las vacaciones, prima vacacional, aguinaldo y cualquier otra prestación extralegal a la que tenía derecho. Es responsabilidad de la empresa liquidar este finiquito lo más pronto posible para evitar problemas legales.
Para el trabajador, explica, la repercusión principal es la pérdida del empleo y la recepción de un pago único correspondiente al finiquito. Por otro lado, para la empresa implica la pérdida de mano de obra y la necesidad de buscar un nuevo personal que cubra las funciones del trabajador que se va.
“Una renuncia es una declaración unilateral de voluntad por parte del trabajador para terminar la relación laboral con el empleador. En caso de un juicio laboral, se evalúa la renuncia junto con el resto de las pruebas y argumentos presentados para determinar su validez”, refiere.
Entonces, aunque no existe una regla específica sobre el plazo mínimo para notificar una renuncia, es recomendable hacerlo por escrito para evitar problemas legales y asegurar el cumplimiento de las prestaciones correspondientes. Tanto el trabajador como la empresa deben estar conscientes de las implicaciones que conlleva esta situación y actuar de manera adecuada para proteger sus derechos y evitar conflictos innecesarios.
¿Qué repercusiones legales trae no entregar la renuncia por escrito?
En el caso de que el trabajador no firme la renuncia y no se formalice adecuadamente la terminación laboral, Massud menciona tres afectaciones principales:
Falta de pago de las prestaciones de ley: Si el trabajador no formaliza la terminación laboral, la empresa puede no cumplir con el pago de las prestaciones de ley.
Recurso a instancias laborales: En este escenario, es responsabilidad del trabajador acudir a las instancias laborales para solicitar el pago de las prestaciones que le corresponden en concepto de finiquito.
Riesgo para la empresa: La falta de manifestación de voluntad por parte del trabajador representa un riesgo para la empresa, ya que puede dar lugar a demandas por parte del trabajador, reclamando el pago de indemnizaciones o la reinstalación en el empleo.
Más allá de evitar repercusiones legales, renunciar en tiempo y forma es una manera de dejar «las puertas abiertas», lo cual puede tener beneficios significativos a largo plazo. Mantener un vínculo positivo con antiguos colegas y empleadores puede abrir puertas a nuevas oportunidades laborales, como referencias para futuros empleos o incluso la posibilidad de regresar a la empresa en un momento posterior.